Porcelana rusa: historia y modernidad

Marca de la fábrica de porcelana imperial

La fábrica de porcelana imperial (IPM) fue fundada en 1744 en San Petersburgo. Actualmente, en su surtido hay alrededor de 4000 mil artículos de porcelana dura y de pared delgada: servicios y recuerdos, jarrones, escultura de género y animal, artículos decorativos para el interior, así como réplicas de museos. A la izquierda se encuentra una marca moderna de la planta, en un artículo especial se han recopilado marcas históricas de IPM, desde su fundación.

Dado que la planta siempre se ha desarrollado bajo el patrocinio de las personas imperiales o el estado, su historia se ha dividido en varios períodos principales relacionados con los años del gobierno de las primeras personas de Rusia.

1744 – 1761

La emperatriz Elizabeth. El nacimiento de la porcelana rusa.

Fundada en 1744 por decreto de la hija de Pedro el Grande, Elizabeth, fábrica, fue originalmente llamado “Nevsky fábrica de porcelana”, se convirtió en la tercera de Europa, después de Meissen (1710) y Sèvres (1740). Químico ruso Vinogradov DI hacer su propia masa de porcelana, no inferior en calidad a Sevres, y sobre un fondo blanco – cerca de los chinos. En los primeros años produjo un pequeño pequeñas cosas, como cajas de tabaco y que la emperatriz con gusto regalar diplomáticos aproximados y extranjeros. El primer servicio “propia” de Elizabeth fue fundada en 1756, cuando Vinogradov finalmente logró construir un horno de asar grande. Luego comenzaron a hacer figuras de personas y animales. En esos días, la porcelana de lujo se mantuvo bastante raro y demostró el prestigio y alto status de su propietario.

1762 – 1801

Catalina II y Pablo I. Clasicismo temprano.

Fue con el ascenso de Catalina II que la fábrica fue reorganizada y recibió su nombre actual: “Fábrica de Porcelana Imperial”. Ella se encargó de saturar toda Rusia con porcelana. Como un maestro de modelos, el escultor francés J.D. Rashet, con él en la fábrica afirmó la influencia del clasicismo francés. Como resultado de ello – al final del siglo XVIII fue el apogeo de porcelana rusa, y la fábrica de Imperial – uno de los principales en Europa. El más famoso por su ordenada por Catherine II conjuntos serviznye de lujo – “Arabesque”, “Yahtinsky”, “Kabinetsky” incluyen tabla de decoración escultórica, glorificando las obras de la emperatriz. La pintura alegórica en jarrones, platos y costuras también glorificó las virtudes de Catalina. se aprobó su serie de esculturas “pueblos de Rusia” (alrededor de un centenar de piezas), complementado más tarde por San Petersburgo tipo de la ciudad. El reino de la Pala no puede ser llamado periodo independiente en la historia de la porcelana rusa debido a su corta duración, sin embargo, en ese momento los principales placas historia murales y vasijas se convirtió en la experiencia de Pablo personal, obtenida de sus viajes por Europa, en particular, – a Italia.

1801 – 1825

Alexander I. Alto clasicismo, encarnado en porcelana.

Bajo el reinado de Alejandro I, comenzó una gran reorganización de la planta, que se llevó a cabo bajo la dirección del Profesor de Tecnología de la Universidad de Ginebra F.Gattenberger. Para gestionar la cámara escultórica fue nombrado por el profesor de la Academia de Artes S. Pimenov, uno de los maestros más destacados de su tiempo. Para su aprobación en la fábrica de estilo Imperio, los mejores pintores de la fábrica de porcelana de Sevres fueron invitados, sin embargo, la porcelana del Imperio ruso era significativamente diferente de Sevres.
La porcelana rusa era un reflejo de los temas y temas nacionales en el arte, como el servicio “Guryevsky”, que se convirtió en una de las personas: el vencedor en la Guerra Patriótica de 1812. La Guerra Patriótica también sirvió como el nacimiento de una serie de “placas militares” que representan soldados y oficiales en los uniformes de todas las armas de combate. Además, el tema de la guerra se desarrolló en el retrato: en la Planta Imperial era costumbre representar individuos coronados y famosos líderes militares en las copas. Un lugar especial en la producción de la planta estaba ocupado por jarrones, mientras que el oro era uno de los materiales decorativos preferidos. La pintura estaba dominada por paisajes y escenas de batalla. Bueno, por supuesto, los servicios del palacio seguían siendo solicitados por la corte y los asociados del emperador.

1825 – 1894

Nicolás I, Alejandro II, Alejandro III. Aumento y declive

Durante este período, se hicieron decorados para casi todas las residencias imperiales de San Petersburgo. Diferían en diferentes estilos. la tendencia “rusa” se desarrolló aún más. Según los proyectos de un conocedor de antigüedades rusas, F. Solntsev, se estableció un servicio para el Gran Palacio del Kremlin en Moscú. La porcelana Nikolaev se distinguió por la pintura virtuosística. En los jarrones se reprodujeron lienzos de maestros antiguos: Leonardo da Vinci, Rafael, Tiziano, Correggio, Murillo, etc., principalmente de la colección Hermitage. Las copias fueron impactadas por la precisión y la sutileza de las líneas, la claridad y el brillo de los colores, y correspondieron completamente con el original. El desarrollo también recibió retrato, icono y pintura en miniatura en floreros y costuras. El campeonato de la planta en pintura de porcelana fue confirmado por los diplomas de exposiciones mundiales en Londres, París y Viena.
Habiendo alcanzado las alturas de la perfección, la porcelana rusa está experimentando un período inevitable de estancamiento y un declive. A diferencia de sus predecesores, Alexander II no mostró ningún interés personal en la planta. En la década de 1870, la producción de porcelana se redujo, solo los obsequios navideños se dejaron a la corte y la reposición de los servicios en los almacenes del palacio. Las dimensiones de los productos se redujeron, la decoración y la decoración se hicieron mucho más modestas. Estos fueron principalmente copias de cerámicas antiguas europeas y orientales. Incluso hubo una idea sobre el cierre de la empresa “inútil y no rentable”.
Salvador Alejandro III, después de haber hecho esfuerzos para su reequipamiento técnico. El trabajo comenzó de nuevo en los servicios de Coronación a gran escala. El gusto personal del emperador favoreció los jarrones chinos y japoneses. Gracias a la emperatriz, la princesa danesa, la pintura de underglaze técnicamente complicada se ha puesto de moda.

1894 – 1916

Nicholas II. Porcelana y ruso moderno.

En el reinado de Nicolás II, gracias a un equipo técnico ejemplar, la fábrica de porcelana imperial se centra en el desarrollo artístico adicional, así como en la mejora de las tecnologías artísticas. Concursos de arte, viajes de artistas y escultores rusos a Europa están dispuestos a familiarizarse con las obras de los principales maestros. Al mismo tiempo, existe un llamamiento a las formas del arte popular ruso. En la creación de jarrones, se produce la renuncia a las formas eclécticas anteriores a favor de la simplicidad de lo natural natural.
Desde el comienzo del siglo XX, la emperatriz Alexandra Fedorovna patrocina la planta: ella personalmente selecciona los dibujos para pintar en porcelana. De acuerdo con sus instrucciones, se compilaron borradores de grandes sets de violeta “Alexandrinsky” turquesa y “Tsarskoselsky”.
A petición de Nicolás II, se hace una serie de “placas militares” con las tropas en los uniformes de la época de Alejandro III. Se continuó la serie escultórica de las “Nacionalidades de Rusia”, basada en los modelos de P. Kamensky, comenzada por Catalina II y al servicio de la idea de afirmar la condición de Estado rusa. Una característica distintiva de las figuras es su autenticidad etnográfica. Figuritas de animales, creadas por el escultor de fábrica A.K. Timo, caracterizado por un cuadrúpedo cómico bien observado. Se realizan grandes esculturas y grupos, principalmente sobre los modelos de artistas rusos contemporáneos de la asociación “World of Art”, que contribuyeron al establecimiento de neoclásicos en el arte de la porcelana.

1917 – nuestros días

Vanguardia revolucionaria, realismo socialista y una nueva Rusia en el arte de la porcelana.

En 1918, ahora la Fábrica Estatal de Porcelana se colocó bajo la jurisdicción del Comisariado del Pueblo de Educación, que se encargó de producir “porcelana de agitación revolucionaria en contenido, perfecta en forma, impecable en ejecución técnica”. La política de arte se convirtió en parte de la propaganda monumental con principios ideológicos y artísticos del arte en porcelana claramente delineados.
Sin embargo, la porcelana 20-s del siglo XX, una de las páginas más interesantes de la historia del arte, históricamente veraz, en perfecta forma artística, refleja los sueños de los primeros años de la revolución proletaria. En la creación de la porcelana agitadora, participaron los mundialmente famosos K. Malevich y V. Kandinsky. Ahora la porcelana ha salido del campo del arte refinado, accesible a un círculo estrecho de personas, a las amplias masas y se ha convertido en el portavoz más vívido e imaginativo de las ideas de la revolución.
En la década de 1930, se creó un nuevo estilo de porcelana soviética en la fábrica de porcelana de Leningrado, en consonancia con la “vida socialista”. Los gustos de los líderes del país y el establecimiento del realismo socialista en la solución de las tareas ideológicas dieron poco para el desarrollo artístico. Salvar las magníficas tradiciones y la experiencia centenaria de la habilidad profesional de artistas y escultores en la fabricación de jarrones ceremoniales, pinturas y retratos. La exhibición realista del mundo de la naturaleza fue, quizás, la mejor manera para la energía creativa de los maestros de ese período. Además, las fuentes de inspiración son el teatro y nuestro ballet sin igual, incluidas las mundialmente famosas “Estaciones rusas” de Diaghilev.
Entre los logros indudables de los 60 se encuentra el desarrollo de su propia composición y tecnología para la producción de porcelana fina, que abrió nuevas oportunidades increíbles para la expresión artística de toda una galaxia de artistas de Leningrado. Las proporciones exactas de la composición siguen siendo un secreto comercial de la empresa. Vajilla de porcelana semitransparente y deliciosamente blanca: un material maravilloso para servicios festivos, tazas elegantes, teteras y platillos. Dichos servicios se presentan como un regalo a los jefes de estados extranjeros que visitan San Petersburgo.
Sin lugar a dudas, utilizando cuidadosamente el legado más rico del pasado, en continuo desarrollo, la porcelana rusa sigue siendo un fenómeno vivo y creativo de la cultura artística europea de nuestro tiempo.